El campo te exige resistencia, fuerza, destreza, rapidez y concentración, pero no solo eso, hay un factor esencial en todo futbolista: su carácter. El hecho de sentirse cómodo con el equipo, mantener la humildad, ser valorado por sus compañeros y ser disciplinado con todos los aspectos generales del deporte es lo que hará de esa persona un excelente jugador.
Todo futbolista tiene en sus manos la responsabilidad de trabajar en conjunto por un óptimo resultado: la victoria. Ante todo partido, no podemos obviar la figura del entrenador, un papá en el campo, es quien ubica los elementos en el lugar donde mejor destaquen, además, los impulsa a cumplir con esa responsabilidad mediante la disciplina. Es una pieza clave que lo anima a ser el mejor futbolista del mundo.
Según algunos psicólogos, la personalidad del jugador está determinada por motivaciones, aspectos relevantes de su infancia y referentes en el gremio. La posición que ocupen en el terreno de juego define en muchos casos su forma de ser, debido a que en el caso de que se necesite un delantero, escogerán al más atento, disciplinado y creativo en sus jugadas; así pasa con el resto de las posiciones en las que cada uno tiene un rasgo por el que destacan y ahí surge la oportunidad de potenciarlo como buen futbolista.
El entrenador deberá conocer el perfil de sus jugadores, para que tome una decisión estratégica para todos los partidos, y entender que el carácter de todo futbolista es esencial para el éxito en sus partidos.
El futbolista es una figura admirada en el mundo por pertenecer al deporte más universal de todos, por ello, la personalidad, sus rasgos psicológicos y, en líneas generales, su carácter, son factores que no se deben dejar de tomar en cuenta para el éxito de todo el equipo.