Jenaro Pérez gestor de la industria láctea colombiana.
Por: Giovanny Valencia.
La Liga Antioqueña de Fútbol lamenta profundamente el fallecimiento del doctor Jenaro Pérez Gutiérrez, gran empresario antioqueño, paradigma, líder e ícono cooperativista del desarrollo agropecuario en Colombia. “El señor dueño de las vacas” como era conocido comúnmente nació en el municipio de Entrerrios (Antioquia), su deceso se produjo el pasado domingo 06 de septiembre a la edad de 85 años, fue el fundador en 1973 de la Cooperativa Lechera de Antioquia Colanta, fue su gerente durante 43 años hasta el 31 de octubre del 2016, año en que decidió retirarse del cargo, sin embargo, se mantuvo como asesor del consejo de administración.
Gestionó en el norte de Antioquia la transformación de la ganadería, era médico veterinario y Zootecnista de la Universidad Nacional de Colombia con máster en nutrición animal de la Universidad North Wales de Gran Bretaña, fue Cónsul honorario de Nueva Zelanda, Secretario de Agricultura de Antioquia, Concejal de Medellín y Diputado de la Asamblea Departamental de Antioquia.
El doctor Jenaro Pérez dejó una de las empresas lecheras más importantes en el mercado andino, con 14 plantas, 7000 asociados, ventas cercanas a los 2 billones de pesos y una diversidad de productos como la procesadora de leche, lácteos, refrescos, embutidos, carnes, vinos y cereales. Con exportaciones a Canadá, Estados Unidos, Curazao, Guatemala, San Martín y Venezuela.
Colanta ha sido de la familia de la Liga Antioqueña de Fútbol desde el 2008, año en que de manera ininterrumpida ha sido aliado patrocinador de los torneos departamentales y de los procesos de las selecciones antioqueñas de fútbol. Fue distinguido como colombiano ejemplar del periódico El Colombiano, distinguido como el empresario del año por el periódico La Republica y recibió la Gran Cruz de Boyacá en su máxima categoría, de manos del entonces presidente de la república Álvaro Uribe Vélez.
El mensaje de condolencia para toda la familia Colanta en cabeza del gerente actual Sergio González Villa, quien recibió como herencia la gran frase del zar del cooperativismo cuando comenzó el proyecto lleno de ilusiones desde un local en Guayaquil dedicado a la venta productos veterinarios que decía: “haga todo lo que se deba, aunque se deba todo lo que se haga”, legado que dejó el carismático visionario que supo convertir en realidad el sueño de la leche con 6.000 empleados y 14.000 campesinos como sus jefes inmediatos.