Soy Antioqueño Toda la Vida: Carlos Alberto ‘Fututo’ Paniagua.

Los barrios La Floresta y Santa Lucia han sido parte de la historia futbolística de Medellín. Las familias Maturana, Monsalve, García, Hoyos y Paniagua han sido sinónimo de tradición futbolera desde aquella época cuando ubicaban los arcos con piedras a lo largo de una calle, pasando por los famosos vacacionales que eran un espectáculo no sólo para los barrios aledaños, sino para todos los amantes del fútbol aficionado de la ciudad. Los hermanos Luis Fernando, Nelson y Carlos Paniagua Mazo escribieron su propia historia, moviendo la pelota en el pavimento y en la arenilla. Fueron seleccionados cada uno de ellos en su momento para vestir la sagrada verde y blanca de Antioquia.

El equipo de los Paniagua era dirigido por Carlos Mario Cortés (hoy presidente de la Liga de Fútbol de Bolívar); era siempre favorito al título, armaba unas nóminas de miedo. Los hermanos Carlos Mario y Jorge Iván ‘Torky’ Hoyos, Luis Alfonso el ‘Bendito’ Fajardo, Mauricio Salazar, John Jairo Marín, Luis Fernando Valero e Iván Bueno entre otros. Luis Fernando Paniagua, el mayor de la dinastía, era un excelente zaguero central derecho con paso por selección Antioquia y Medellín, Nelson era central zurdo muy fuerte, igualmente pasó por la selección Antioquia y se puso la tricolor, además jugador profesional con el Deportivo Independiente Medellín. El último de ellos era Carlos Alberto, volante 8 que desde niño soñó con representar a Antioquia, lo lograría en 1.981 cuando el profesor Ramiro Monsalve lo convocó para integrar la selección Antioquia juvenil que tenía como asistente técnico a Luis Alfonso Marroquín y como preparador físico al profesor Ricardo Lagoueyte.

La selección Antioquia que ‘Fututo’ Paniagua integró, era conformada por futbolistas de mucho talento: Jorge ‘Piscis’ Restrepo, Luis Fernando ‘Chonto’ Herrera, el ‘Andino’ Juan Jairo Galeano, Santiago Escobar, Norberto ‘Chomo’ Cadavid, Alberto Peláez, Luis Fernando ‘Pipe’ Valero, John Cataño y Nicolás Rivera. Era una delicia ir al estadio Cincuentenario, al que no le cabía un alfiler en los famosos sábados del fútbol aficionado, para ver en acción a las mejores selecciones del país en la Copa Coca Cola, que se jugaba todo el año con partidos de ida y vuelta. El sentido de pertenencia era mayúsculo de parte de cada uno de los jugadores que pensaban más en la gloria que en el dinero.

Su trayectoria
Fututo pasó a jugar en la Primera A de los torneos departamentales de la Liga Antioqueña de fútbol en el equipo Inversiones El Águila, siendo campeón en una competencia mano a mano contra Atlético Nacional y Deportivo Independiente Medellín. En dicho club, Carlos compartió temporada con grandes jugadores como Guillermo ‘Chiqui’ Londoño, William Villa, Carlos Arboleda, Ito Zapata y Alfonso Álvarez. El Medellín ya había puesto sus ojos en Paniagua y en 1.984, Julio Comesaña se lo llevó a prestar servicio en el equipo del pueblo. Allí fue dirigido por el recordado Arturo Villegas y Humberto ‘Turrón’ Álvarez, recuerda con mucho cariño al profesor Walter Ramírez quien fue su preparador físico en las fuerzas básicas del onceno rojo.

Antes de su debut como jugador profesional, Carlos hacia parte del cuadro rojo en el torneo nacional de reservas que dirigía Carlos ‘Chiche’ Dizz. Fue Julio Avelino Comesaña quien lo mandó al ruedo para ser futbolista profesional: su debut se dio en 1.985, en una temporada en la que el equipo escarlata tenía muchas figuras internacionales como los peruanos Jorge Olaechea, Franco Navarro y Eduardo Malásquez, los uruguayos Rafael Villazán y Carlos el ‘Patico’ Aguilera, además, de la aparición de Leonel Álvarez, Luis Carlos Perea y Gildardo Gómez. En 1.986 sufrió una grave lesión de rodilla que lo separó del Medellín, después de su recuperación se fue por el sueño americano, allí estuvo un par de temporadas, pero la rodilla no funcionó más y decidió retornar al país para retirarse del fútbol activo. Ese mismo año tomó la decisión de hacer carrera para ser entrenador de fútbol.
 
Fututo, el director técnico
Sus inicios en la raya fueron en los vacacionales de la Floresta y los Alpes, además en varios torneos de la Copa Maltica Cicrodeportes. En 1.991 nació su hijo Carlos Alberto, año en el cual decidió ir a las aulas para prepararse, gracias a la motivación de Guillermo Londoño y al diálogo con el médico Gustavo Álvarez Lopera. Por ello se dirigieron al Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid, allí recibieron todo el apoyo de parte del rector Libardo Álvarez Lopera para estudiar Tecnología Deportiva desde 1.992. Antes de graduarse, hizo la práctica universitaria con Carlos ‘Pachamé’ Rendón, quien era el técnico de las divisiones menores y de la primera A del Deportivo Antioquia. En 1.995, año de su graduación, fue premiado, pues fue nombrado técnico del equipo juvenil del club, en donde venía haciendo las veces de practicante. En esa primera experiencia llevó el equipo al torneo de la Esperanza en Cali. 

Al año siguiente tras la salida de Jairo Ríos y su paso al Medellín, nombran a ‘Pachamé’ técnico principal y a Carlos como su asistente. Fueron sus primeros pinitos como entrenador profesional. De este equipo de la primera B en Colombia salieron jugadores como: Roberto Carlos Cortés, Ramiro Ruíz y Julián Vásquez. 1997 fue el año para llegar a ser parte de un elenco de primera división, ya que Carlos Mario Hoyos se lo llevó para hacer parte del cuerpo técnico del Atlético Bucaramanga. Ese año hicieron historia, fueron subcampeones y llevaron al equipo Leopardo a la Copa Libertadores de América.
En 1.999, Carlos Paniagua fue con el ‘Flaco’ Carlos Mario al Itagüí Fútbol Club. Fututo permanece como asistente, y se repite la historia, Carlos Mario se va para el Medellín y Paniagua se queda como técnico principal del equipo del sur; ese año fue subcampeón en el torneo de la Primera B detrás del Real Cartagena de Hernán Darío Herrera. Al año siguiente se fue al Bucaramanga a reemplazar a Edgar ‘Peinadito’ Ospina; duró apenas un semestre porque el equipo fue vendido y los nuevos dueños llevaron a ‘Barrabás’ Gómez.


 
En Selección Antioquia
En el año 2.001 tras una invitación de Mauricio ‘Chicho’ Serna, se va para Argentina a ver los trabajos de Boca Juniors que dirigía por esa época Carlos Bianchi. Fue tal la fortuna que por esos días la selección Colombia de mayores jugaba un partido de eliminatorias mundialistas, Francisco Maturana lo invitó para que los acompañara en los entrenamientos y en las concentraciones; eran viejos conocidos del barrio La Floresta. Luego de pisar tierras antioqueñas, se dedica nuevamente al fútbol aficionado dirigiendo al Club Deportivo Embajadores en la categoría Primera A departamental, posteriormente pasa a Ferroválvulas a dirigir la misma categoría. Llenando maletines de experiencia, comenzó uno de los sueños, ser parte de un cuerpo técnico de la selección Antioquia. El ‘Chiqui’ Londoño lo invitó en el 2.003 para que fuera su asistente. Allí comenzó su recorrido triunfal, fueron campeones con la categoría prejuvenil y aportó en el proceso de la selección sub-21 de ese mismo año, también fue asistente técnico de José Bolívar con la infantil.

El 2.005 fue el año clave, ya que fue nombrado técnico en propiedad de la selección Juvenil al lado de Raúl Restrepo, William Lara, Carlos Gómez y Alejandro Orrego, con quienes emprenden lo que sería posteriormente una historia llena de éxitos. En las dos primeras temporadas fueron subcampeones, pero gracias al proceso llegarían pronto las regalías, una selección Antioquia Juvenil no daba una vuelta olímpica desde 1.998 con Roviro Gómez; pasaron nueve largos años para volver a colgarse la de oro. Gana en 2.007, 2.008, 2.009 y 2.010. Carlos es el único técnico en la historia de la Liga Antioqueña de Fútbol que ha quedado campeón cuatro veces de manera consecutiva y desde el 2.007 Antioquia viene ganando consecutivamente los títulos de los torneos nacionales de la categoría Juvenil.

La lista de los futbolistas destacados que pasaron por la dirección de Fututo, se puede resumir así: en el 2.003 con la infantil dirigió a David Ospina y Santiago Tréllez; en el 2.004 con la sub-21 tuvo a Camilo Zúñiga, Marlon Piedrahita y César Valoyes; en las selecciones de 2.005 y 2.006 a Juan Esteban Ortiz, Andrés Ortiz, Johnatan Álvarez, Jorge Aguirre, Juan Pablo Pino y Dorlan Pabón; 2.007 y 2.008 estuvieron bajo su mando jugadores como: Giovanny López, Jeison Rentería, John Hailler Mosquera y Juan Gómez (capitán que fue asesinado en el municipio de Caldas); 2.009 dirigió a Juan Fernando Quintero, Stefan Medina y a Diego Valdés; por último, en el 2.010 con la selección campeona Juvenil en Cúcuta, tenía una gran base de futbolistas como Andrés Correa, Felipe Aguilar, Sebastián Pérez, Cristian Palomeque, Juan Pablo Nieto y John Córdoba.

También en selección Colombia
Después de esa seguidilla de títulos con Antioquia, en el mismo 2.010 fue llamado como asistente técnico de Harold Rivera en la selección Colombia sub-15 para el suramericano de Uruguay en el 2.011, allí fueron subcampeones, con jugadores como Dávinson Sánchez, Joao Rodríguez, Jefferson Gómez y Cristian Arrieta. En el 2.012 comenzó con los procesos de la selección Juvenil de Colombia siendo asistente de Carlos ‘Piscis’ Restrepo, tricolor que llevaron en el 2.013 al suramericano de Argentina. En la lista de futbolistas estaban entre otros, Felipe Aguilar, Sebastián Pérez, Mauricio Cuero, Juan Fernando Quintero, Miguel Ángel Borja y John Córdoba. Allí fueron campeones, siendo la única selección Colombia hasta el momento que ha ganado un torneo por fuera de nuestras fronteras de carácter oficial y con la gran base de la selección Antioquia campeona en 2.010.

Carlos Paniagua, vuelve a Uruguay en el 2.015 con otra selección sub-20 de grandes logros. Álvaro Montero, Luis Manuel Orejuela, Dávinson Sánchez, Juan Sebastián Quintero, Alexis Zapata, Deiner Quiñones, Alfredo Morelos, Rafael Santos Borré y Andrés Felipe Tello, integran ese colectivo; esa selección fue subcampeona y ganó el derecho de jugar un repechaje contra Estados Unidos para un cupo a los juegos olímpicos de Rio 2.016. Clasificaron a la olimpiada después de 24 años. Por último, la reseña de su última selección Colombia, la del 2.017 en el suramericano de Ecuador con grandes buenos jugadores, pero con una campaña para el olvido; sin embargo, los nombres de esa selección posteriormente se consolidaron en el fútbol profesional, son ellos: Carlos Cuesta, Gabriel Fuentes, Kevin Balanta, Juan Pablo Ramírez, Luis Díaz y Juan Camilo Hernández y Eduar Atuesta.

Fueron siete años y medio trabajado con la Federación Colombiana de Fútbol, y teniendo en cuenta que en el 2.014 fue asistente técnico del profesor Carlos Taborda de una selección Colombia femenina en el mundial sub-17 en Costa Rica. Por ello, decidió aceptar la invitación del señor Marcos Roldán del Club Deportivo Formas Íntimas para dirigir a las mujeres: Ese año fueron campeonas en el torneo nacional interclubes de manera invicta. Tras la alianza en el 2.018 con el Envigado Fútbol Club, Carlos dirigió en la Liga profesional en el 2.019 la alianza fue con el D.I.M., alcanzando el subtítulo detrás de América y clasificando a la Copa Libertadores.

Hacía rato Fututo quería estar instalado en Medellín, al lado de su gente y de su familia. Ahora lo está disfrutando con su esposa Luz Marina, su hijo Carlos Alberto y sus padres don Carlos de Dios y doña Amparo. La ciudad que lo vio nacer está orgullosa de él, un hombre soñador, de metas y objetivos que ha hecho realidad con el paso del tiempo. Cuatro suramericanos (tres sub-20 y uno sub-15), tres mundiales (dos con la sub-20 en Turquía 2.013, en Nueva Zelanda 2015 y uno en Costa Rica 2.014 sub-17), unos Juegos Olímpicos, unos Juegos Bolivarianos, un mundialito de Bolivia, una mini Copa América en Venezuela y dos torneos Esperanzas de Toulon en Francia.

Una hoja de vida sensacional de un entrenador querido y humilde que ha hecho camino al andar, con más de 15 años dirigiendo en la formación, orgullo de Antioquia y del barrio La Floresta, agradecido de la profesión, apasionado por su tierra y soñador como el que más. Por todo lo anterior Carlos “Fututo” Paniagua Mazo dice con voz alta y mano en el corazón: soy antioqueño toda la vida.