Talentos LAF || Jessika Lorena Ramírez Toro
El corregimiento de Aquitania en el municipio de San Francisco en la subregión del Oriente antioqueño tiene una deportista de alto rendimiento que se va a convertir en el orgullo de la pequeña población de 1.900 habitantes. Jessika nació y creció en este corregimiento que ha sufrido las consecuencias del conflicto armado con la presencia de grupos ilegales como las Farc, el ELN y las AUC en los 80, 90 Y 2000. La vida no fue fácil para sus padres Sorelly y Gabriel, ambos educadores del magisterio, ellos afrontaron la vida cotidiana que fue complicada para los campesinos en los primeros años de la década del dos mil, se vieron sometidos a desplazamientos forzados, abandono de sus fincas y muchas incursiones del ejército para acabar con la guerrilla en esta región del “Mirador del Magdalena Medio”.
Jessika apenas tiene 16 años y ya hace parte de la selección Antioquia Sub-19 que dirige el profesor Jaime Hoyos, cuando ella tenía 12 años se enamoró del fútbol y comenzó a jugar en la placa polideportiva, inició en el cemento puliendo su talento con la pelota de micro para luego incursionar en el fútbol, alguna vez su tío Darío Gómez la vio jugar y la invitó para llevarla a jugar a Marinilla en el club Peñarol, sin embargo, para jugar en los Torneos de la Liga Antioqueña de Fútbol debió pasar a Juveantioquia en el 2021 para jugar finales, ya para el 2022 se realizó el convenio para que la extremo por izquierda jugará para el club deportivo Formas Íntimas.
La vida es de oportunidades y Jessika las ha aprovechado para cumplir su sueño de ser futbolista profesional, dejó de jugar sus “recochas” para vivir la disciplina y la constancia del nivel competitivo, a parte dejó su corregimiento y trasladó su domicilio a Marinilla, se fue inicialmente a vivir con una tía y luego la compañía de don Gabriel quien llegó con Juan Pablo uno de sus hermanos y Nicole, la hermana menor que también practica este deporte y que ha hecho parte de la selección Antioquia Sub-13. La persistencia ha sido una de las cualidades de Jessika, pues en el 2022 estuvo a punto de retirarse del fútbol, ya que no era convocada para los zonales de la selección “maicera”, pero pudieron más las ganas, la paciencia y la perseverancia para seguir adelante.
Ella espera dejar muy en alto el nombre de su municipio y su corregimiento que se proyecta como uno de los destinos ecoturísticos más importantes de Antioquia gracias a su riqueza en paisajes, ríos, cascadas y cumbres que sirven como mirador de amplias zonas del valle del Magdalena. Como futbolista espera llegar muy lejos, por eso tiene como espejos a sus colegas Linda Caicedo y Catalina Usme, también admira como buenos futbolistas a Cristiano Ronaldo y Kylian Mbappé. Cree tener las condiciones para hacer parte muy pronto en los procesos de selección Colombia. Vive agradecida con sus padres que han sido el motor económico para mantenerse activa como futbolista.
En el pequeño caserío de Aquitania la mayoría juegan microfútbol y de allí se fabrican sueños, mismos que quiere hacer realidad Jessika siendo campeona con la selección Antioquia en esta temporada, en Marinilla está su residencia pero su corazón se mantiene en su corregimiento que está ubicado al suroriente de la cabecera municipal de San Francisco, el cual limita con San Luis, Cocorná y Sonsón. Afortunadamente para su familia ya hay tranquilidad, sobre todo porque la mamá aún reside allí, ya es un lugar que no tiene rastros de guerra, y en vez de miedo, reina la alegría, representada en parques infantiles, árboles y un museo en homenaje a las víctimas. La vida da oportunidades y Jessika levantó la mano para decir presente y comenzar el camino de los sueños.