Talentos LAF || Johan Andrés Salas
Cuando tenía 12 años, conmovió a la afición del fútbol en Colombia gracias a su participación en la segunda edición de la Copa Teleantioquia del 2019, campeonato que se realizó para menores de 13 años. Se jugaba la sexta jornada y Puerto Triunfo lograba su clasificación gracias a un gol marcado por el lateral derecho Johan Andrés Salas, era el definitivo 2-1.
El periodista deportivo Jorge Eliecer López que hacía las veces de reportero, inmediatamente fue a buscar a su invitado para la transmisión del canal regional, el elegido fue el autor del tanto de la clasificación y figura del encuentro, ese era Johan Andrés quien con toda la tranquilidad del caso accedió a la entrevista.
“Mi nombre es Johan Andrés Salas. Estoy muy orgulloso, mire, primera vez que estamos participando en la Copa Teleantioquia. 'Diosito' nos dio la oportunidad, clasificamos a la segunda fase, agradecer a nuestro director técnico; Arnold Quiñones, llevo 7 años entrenando con él, no sé cómo agradecerle. La gente muy respetuosa, no se metió con nadie. Me gusta este pueblo, estamos felices, vamos pa' Puerto Triunfo felices, a celebrar”, así fue el comienzo de la entrevista que estaba siendo vista en vivo y en directo luego de haber finalizado el juego.
Sin embargo, el defensor no pudo contener sus lágrimas cuando le hicieron la pregunta sobre a quién le dedicaba el gol que anotó y así respondió:
"Primero que todo a mi abuela, que es la que me apoya. Y agradecer a todo el equipo y al director técnico, que son los que me apoyan, Florentina Salas… Abuela; muchos saludes, este gol fue por usted, se acordará de mí que vamos a salir adelante", expresó Salas entre lágrimas.
Al terminar la entrevista presagió el futuro afirmando cuál sería su profesión y así lo manifestó: “Me gusta ser árbitro, ser futbolista; esas son las 2 cosas que me gustaría ser en mi vida… Se acordarán de mí, que Johan Andrés Salas va a ser alguien", así terminaba la nota con el niño que se volvió viral en las redes sociales y que 3 años después el sueño se ha venido haciendo realidad.
Johan Andrés nació en el municipio de Bello, pero desde los 6 años fue llevado a Doradal, corregimiento del municipio de Puerto Triunfo, para vivir con su abuela doña Florentina. Su amor por el fútbol comenzó desde que llegó, fue a los pocos días a presentarse al club deportivo Juego Verde del profesor Quiñones, sus inicios fueron de portero, luego en la zona defensiva y se quedó como lateral.
Después de su participación en esta copa, se venían cosas grandes, tuvo opciones de ir a jugar a otro lado, inclusive tuvo posibilidad de ir al fútbol del exterior, el inicio de la pandemia no le permitió salir en ningún momento. Pero la mejor experiencia la vivió cuando fue invitado a los premios del deportista del año 2019 como ejemplo de vida por parte del periódico El Espectador, allí conoció y tuvo buenas relaciones con reconocidos deportistas.
Desde el momento de la nueva normalidad por la pandemia, Johan Andrés tomó la decisión de comenzar en la actividad del arbitraje para poder tener recursos y llevar algo a casa, había que trabajar, empezó a hacer planillas en partidos de fútbol, con el paso del tiempo y sin dejar de lado la práctica del fútbol, se dedicó desde el año 2021 al arbitraje y aunque le detectaron una enfermedad asociada con el asma, su dedicación con el pito continua en pie.
Fue difícil dejar el pasado en un corregimiento, dejar su familia y sus amigos, pero había que viajar para prepararse y terminar su bachillerato, gracias a Wilmar Roldán y a María Camila Arango que le abrieron las puertas del Colegio de Árbitros de Antioquia CASDA, ya en esta temporada ha tenido la posibilidad de ser asistente arbitral en 40 partidos de fútbol en diferentes categorías de la Liga Antioqueña de Fútbol.
Su gran aspiración, después de graduarse en la I.E. Luis Carlos Galán, es comenzar sus estudios de Profesional en Deportes y Administración de Empresas, apenas es un adolescente que tiene muchos proyectos y de paso para cumplir la promesa a su abuela de ser alguien en la vida y de salir adelante, porque es soñador y emprendedor. Por ahora la vida le guía el camino desde el barrio Aranjuez gracias a los brazos abiertos de Elvia Pérez una de sus tías radicada en la “capital de la montaña”.